jueves, 24 de octubre de 2013

La soledad del invierno

Ya con la campaña 2013 recién acabada nos preparamos para afrontar un largo y difícil periodo para los toreros: el invierno. Algunos me preguntarán porque califico este periodo de largo y difícil ya que los toreros aprovechan este periodo por ir de vacaciones y descansar para llegar a la primavera con la mente renovada ??? Pero claro para los novilleros como es el caso de Sergio el invierno no es así ni mucho menos.  Para todo aquel que no es figura del toreo, o mejor dicho que no tiene la oportunidad de poder hacer una campaña por tierras americanas, el invierno es sinónimo de no torear, significa que en este periodo de 5 o 6 meses no se va a torear, o sea para un chaval que vive y que se dedica exclusivamente por esto como es el caso de Sergio es un periodo insostenible.

Por supuesto este periodo de reposo les viene bien a cada uno porque en la vida hay que saber de todo y dedicarse a varias cosas, pero en este caso podemos afirmar que este reposo llega en el peor momento. Llega en el peor momento porque surge justamente en el momento en el que Sergio disfruto de su mejor momento toreando, es decir que nos quedamos parado injustamente cuando Sergio ofreció su mejor versión de su toreo. Cuando se encuentra Sergio en una fase ascendente de su trayectoria, sus triunfos de agosto, septiembre y octubre lo confirman; llega este periodo de vacaciones y de quedarse en casa guardando dentro este toreo y esas ilusiones que el lleva... Mala suerte... Unos me dirán que no pasa nada, que cuando empiece la nueva temporada ya saldrá el torero con las pilas cargadas y a ponerse otra vez en marcha. Pues claro que sí y así será o por lo menos así tendrá que ser pero como siempre le digo a Sergio cada tarde que empieza es una etapa de la que tenemos que salir reforzado, y por supuesto que cada temporada que empieza es una nueva montaña que hay que escalar. Estoy convencido dentro de mi alma que Sergio sabrá superar estas pruebas y que no defraudara nunca a nadie, lleva tanta sinceridad en si mismo, pero con la nueva temporada se pondrán las cuentas a cero, ya no servirán los triunfos cosechados hasta hoy. 

Con este descanso invernal, el programa diario de Sergio es una eterna repetición: por la mañana va a clase en la universidad de Sevilla porque claro siempre hay que tener una puerta de salida en el caso de que las cosas no nos salgan como las esperamos y además es buen estudiante, por la tarde ya por fin puede coger los trastos haciendo lo que más le gusta en la vida: torear. Entrenar de salón es fundamental para el no solamente para coger oficio y corregir defectos sino también para escaparse, es decir para volver a sentir lo que siente cada uno que se pone delante de la cara de un toro, volver a expresar esos sentimientos que Sergio lleva dentro pero sin público, sin clamores, sin esos Olés que te ponen la carne de gallina, solamente para el. En esta soledad del invierno donde los toreros no se visten de luces solo les quedan esas faenas perfectas e irrepetible que dan a diarios a estos toros imaginarios, cada días más grandes, más fuertes y embistiendo mejor cada vez. El último tercio del día, no el menor porque sin dudas ningunas es lo más difícil a lidiar es la noche. Cuando el torero llega al piso y que se encuentra encerrado dentro de su soledad, esa soledad que pesa más que nunca en invierno. Pesa más que nunca la soledad en invierno porque a no tener toros, es decir no vestirse de luces, le da mucho más tiempo al torero a reflexionar a su condición. Más que el miedo de ir a la plaza y de afrontar los toros en el ruedo, las dudas del invierno cuando la temporada esta por definir, las preguntas que dan vueltas en la mente, esos ratos son los que más afectan a un torero. Este túnel del invierno es tan largo que no se parece ver la luz del fondo, esta luz esperanzadora que anuncia la llegada de la primavera y sus ferias. 

Para que este invierno no se alarga demasiado, o mejor dicho para que esta soledad no nos parezca tan larga vamos a trabajar el doble para afrontar esta nueva temporada 2014 y sobretodo para ponerla en el lugar que se merece. Para que esta temporada 2014 sea el gran éxito que queremos que sea vamos aprovechar el invierno para entrenar más fuerte todavía, para rectificar y corregir los fallos que nos perjudicaron en 2013, vamos ir a torear al campo, este campo donde se forjan los toreros en la intimidad y la soledad del invierno, sin público solo disfrutando de las embestidas de los animales en el silencio del campo donde sólo el cante de los pajaritos será anunciador del renuevo de la primavera; y por fin vamos intentar encontrar esa persona que tanta falta nos hace a la hora de concretar los contratos. Todo un programa lo que nos espera en este invierno. Un invierno otro año más que aunque estemos pendiente y presente con Sergio, siempre estará acompañado por esta soledad del invierno. Así es la vida de los toreros !!! 




 Mica Cressenty






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